Seis meses después de que el terremoto asolara Nepal, la reconstrucción está en marcha, pero aún queda mucho por hacer
Las lluvias del monzón, desde junio hasta septiembre, han causado deslizamientos de tierra e inundaciones que afectan al acceso de la asistencia humanitaria en las zonas más remotas
La comunidad humanitaria está centrando sus esfuerzos en prevenir el deterioro de las condiciones de vida de las personas afectadas por el terremoto, sobre todo con la llegada del invierno
Madrid, 26 de octubre de 2015
81.000 familias que viven a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar necesitan ayuda de forma rápida con el fin de evitar las posibles consecuencias del invierno. En un contexto como este de reconstrucción y de inestabilidad política, el país se recupera lentamente.
Actualmente, se estima que todavía 530.000 personas padecen inseguridad alimentaria en 11 distritos afectados por el terremoto.
3,8 millones de personas necesitan apoyo para acceder a agua potable, tras varios meses de trabajo de los organismos especializados del agua. Saneamiento e infraestructuras sostenibles continúan sin estar garantizados en los distritos más afectados. Las familias que todavía siguen viviendo en los campos de desplazados y que no han podido regresar a sus hogares tienen altos niveles de estrés seis meses después del terremoto.
Desde que se produjera el terremoto, Acción contra el Hambre ha puesto en marcha programas dirigidos a responder a la emergencia en los distritos de Nuwakot, Rasuwa, Makwanpur, Ramechhap, Katmandú, Lalitpur y Bakthapur, con intervenciones en agua y saneamiento, nutrición, salud mental y refugio de emergencia. La organización ha brindado asistencia a más de 150.000 personas en menos de seis meses.
La comunidad internacional movilizada ante el llamamiento del gobierno nepalí continúa sus esfuerzos. Sin embargo, el retraso en el establecimiento de una autoridad nacional para gestionar la reconstrucción no está permitiendo la puesta en marcha de programas de gran envergadura.
Acción contra el Hambre es una organización humanitaria internacional e independiente que combate la desnutrición infantil a la vez que garantiza agua y medios de vida seguros a las poblaciones más vulnerables. Intervenimos en más de 45 países apoyando a más de 13 millones de personas. Nuestra visión es un mundo sin desnutrición; nuestro primer objetivo, devolver la dignidad a quienes hoy viven amenazados por el hambre.